El Secreto de los Lobos

Tan querido por muchos, tan odiado por otros. Muchos me dirían, y de hecho me han dicho alguna vez: “¡Qué sabrás!”, “Tú eres de ciudad!”, etc. Hablar sin saber en la mayoría de los casos.

Cuando estaba hacienda el Proyecto final de carrera puede que esos comentarios molestasen, pero con el tiempo he conseguido ignorar la ignorancia y centrarme en lo que realmente era importante. Estoy convencida de lo que sé y de lo que he vivido y no hay más que decir. Yo no voy a imponer mis opiniones sobre todas las demás, no creo que yo sepa más que nadie. Sé que en este caso dialogando e investigando se llegaría a un bien común. Pero como somos demasiado bestias como para ponernos de acuerdo, se está como se está, además de terceros intereses bastante alejados de la naturaleza, y el interés de todos en realidad.

Por cierto, bestias nosotros, los humanos, no el lobo.

Desde siempre he sentido especial fascinación por este animal. Incomprendido en muchos aspectos y desde luego, en mi opinión, más semejante a nosotros de lo que queremos reconocer…

“Investigación y anécdotas de testigos oculares muestran que los lobos apareados forman vínculos monogámicos de “hasta que la muerte nos separe” que igualan cualquiera en el reino animal y dejando en evidencia muchos compromisos humanos. El investigador Dr. Gordon Haber relató un caso de un lobo macho que encuentra a su compañera muerta (matada por cazadores desde un avión en una operación de control de depredadores sancionada por el estado), sepultándola, y quedándose tumbado encima de su cuerpo durante diez días”

En cierto sentido, aún desconocido para nosotros.

Mirada profunda, salvaje e inteligente, es lo que vi cuando por fortuna tuve la suerte de tener uno tan cerca. Sin lugar a dudas un recuerdo que guardaré eternamente conmigo.

El lobo, infravalorado por la sociedad humana, es capaz de darnos a muchas lecciones sobre lo que es ser familia, unión y supervivencia.

“La fuente de la increíble cohesión social del lobo es el intenso lazo entre la pareja que forma el núcleo de la manada; Estos dos son, de hecho, considerados una manada en sí mismos. En términos humanos, son familia”

Ambos como animales pertenecemos a la naturaleza. Sí, sí. Como lo estáis leyendo. La naturaleza no nos pertenece y tampoco nos necesita en realidad.

Ojalá algún día el lobo y el ser humano se entiendan o, más bien, ojalá algún día muchas más personas se molesten en entender a aquello que denominamos fauna salvaje.

La gestión del lobo, así como la de cualquier otra especie, debe ser llevada a cabo desde el conocimiento y la investigación por expertos en la materia, objetivos en su trabajo, lejos de los intereses políticos y miedos/desconocimiento de la sociedad. Y tomar la decisión buscando como resultado la coexistencia que tanto se necesita como base fundamental para la conservación de la naturaleza, que es al fin y al cabo asegurar también la nuestra.

Para despedirme de este blog, quiero agradecer de nuevo a todos aquellos expertos que participasteis en mi Proyecto Final de Carrera toda la información y todo el aprendizaje aportado. También a mi compañero de proyecto que hoy en día es mi marido, me alegro de haber compartido esto contigo. De lo mejor que hice en la universidad es haber hecho este proyecto, estoy muy orgullosa del trabajo que he hecho y nunca olvidaré esta experiencia.

 

Bibliografía: «A wolf called Romeo» de Nick Jans pag. 65-66

** Sin lugar a dudas es un libro que recomiendo. Para mi es un 10/10, entre mis favoritos. No hay que dejarse engañar por el título «Un lobo llamado Romeo», no es un cuento es la realidad pura y dura. Espectacular. Para más información dejo la web del autor a continuación: http://nickjans.com/

Os deseo a todos que paseis una buena semana

Malena